"Jugando fútbol sin conflictos" El fútbol y su historia

 Durante estas dos sesiones, continuamos profundizando en nuestro proyecto sobre el fútbol, integrando ahora una mirada histórica y cultural que permitió a los alumnos descubrir los orígenes antiguos del juego y su relación con los pueblos indígenas de México.

En la primera clase, comenzamos con una serie de preguntas que despertaron la curiosidad del grupo: ¿Creen que el fútbol es un juego moderno o antiguo? ¿Sabían que los pueblos indígenas de México jugaban algo parecido hace más de mil años? ¿Qué otras culturas han inventado sus propios juegos o deportes? Estas preguntas generaron una conversación muy interesante. Algunos alumnos pensaban que el fútbol era completamente moderno, pero se sorprendieron al saber que civilizaciones mesoamericanas practicaban un juego de pelota desde hace siglos. La emoción creció al enterarse de que esas prácticas estaban llenas de rituales y simbolismos.

Después de este intercambio, escribí en el pizarrón un cuadro comparativo entre el juego de pelota mesoamericano y el fútbol actual. A medida que explicaba cada punto, los alumnos iban copiando la información en su cuaderno verde. Comparar los dos juegos les ayudó a notar diferencias notables, como que antes se jugaba con la cadera y el cuerpo, en una cancha de piedra, y que tenía fines ceremoniales, mientras que hoy el fútbol se practica con fines deportivos y recreativos, en canchas de pasto. Lo que más les impactó fue saber que en ocasiones, el juego mesoamericano concluía en sacrificios humanos.

Para hacer la actividad más significativa, realizamos una rifa de pueblos indígenas. Cada alumno tomó un papelito al azar que le asignaba un pueblo: maya, mexica, zapoteca o purépecha. Con este grupo formarían equipos y trabajarían en clases posteriores. Se les indicó que como tarea investigarían sobre el pueblo que les tocó: sus costumbres, vestimenta, ubicación, lengua y aquello que los diferenciaba de otros pueblos originarios. La emoción por descubrir más sobre estas culturas fue evidente. Además, se les pidió traer una blusa blanca que ya no usaran, dos pinturas acrílicas y un pincel, para actividades futuras relacionadas con sus equipos.

Cerramos la sesión con una reflexión grupal. Les pregunté qué les había sorprendido del juego de pelota antiguo, cuáles reglas del fútbol les parecían más importantes, y si creían que aún podemos aprender de los pueblos indígenas. Las respuestas fueron sinceras y profundas. Una alumna dijo que le parecía increíble que esos pueblos ya tuvieran juegos tan organizados, y otro alumno mencionó que debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces, porque son parte de nuestra identidad.