Proyecto "Actividades Artesanales"

 El arte de las artesanías es mucho más que un simple oficio; es una tradición viva que une generaciones y culturas. En este blog, quiero compartir con ustedes mi experiencia como maestra practicante frente a un grupo de segundo grado, en un proyecto que nos llevó a descubrir el valor de las artesanías a través del aprendizaje activo y la creatividad.

Desde el inicio, este proyecto despertó el interés de los estudiantes, quienes participaron con entusiasmo en actividades como la lluvia de ideas, la investigación sobre diferentes artesanías de México y la reflexión sobre su importancia cultural y económica. Uno de los momentos más emocionantes fue la elaboración de una piñata tradicional de siete picos, un reto que puso a prueba su paciencia, creatividad y habilidades manuales.

Si bien la intención inicial era realizar piñatas en equipo, los estudiantes manifestaron su deseo de elaborar una propia, lo que llevó a replantear la dinámica de trabajo. Adaptar la actividad para que cada estudiante pudiera desarrollar su propia piñata fue un desafío, pero también una oportunidad para fomentar su autonomía y expresión personal a través del arte.

El 10 de marzo, se tomó otro día para continuar con el proceso de elaboración de las piñatas. Durante esta jornada, el aula se llenó de emoción y concentración, con los estudiantes completamente inmersos en su trabajo. Algunos dedicaron su tiempo a reforzar la base de sus piñatas con una segunda capa de papel y engrudo, asegurándose de que la estructura fuera lo suficientemente resistente para la siguiente fase. Otros, ansiosos por ver su piñata cobrar vida, comenzaron a pegar cuidadosamente las primeras capas de papel maché de colores, seleccionando tonos vibrantes y combinaciones llamativas que reflejaban su personalidad y creatividad.

El ambiente de trabajo fue dinámico y enriquecedor. Los estudiantes intercambiaban consejos sobre cómo aplicar mejor el engrudo, compartían materiales y comentaban sobre los diseños que tenían en mente. A medida que avanzaba el día, algunos enfrentaron pequeños desafíos, como el secado desigual del engrudo o la dificultad para pegar ciertos elementos decorativos, pero con paciencia y apoyo mutuo, lograron superarlos. La satisfacción de ver sus piñatas tomando forma se reflejaba en sus rostros y en su entusiasmo por continuar el proceso, sé opto que los alumnos terminaran sus piñatas en casa y se trajera el día miércoles ya concluidas 

Aunque originalmente la piñata debía ser de siete picos, siguiendo la tradición artesanal, los estudiantes decidieron dar rienda suelta a su imaginación y crearon diseños únicos.

Aunque esta libertad no estaba contemplada en la actividad inicial, los resultados fueron sorprendentes y significativos. Al conversar con ellos, me compartieron que se sintieron felices de poder elaborar sus piñatas en casa, ya que esto les permitió compartir tiempo en familia. Sus padres los apoyaron en el proceso, fomentando así un espacio de convivencia y colaboración.

Sin embargo, tres alumnas—Alicia, Aurora y Regina—tuvieron que hacerlas solas, ya que sus padres no pudieron ayudarlas. A pesar de este reto, demostraron su capacidad de adaptación y creatividad, haciendo lo mejor que pudieron con los materiales disponibles.

Cada piñata tenía un nombre especial que reflejaba la identidad de su creador. Así nacieron "Cereza", "El Huevo" y "El Cumpleañero", nombres que los alumnos les dieron con cariño y orgullo. Estas creaciones no solo representaron un esfuerzo individual, sino también una muestra del valor sentimental y simbólico que adquirieron para ellos.

¿Puedes adivinar cuáles son esas piñatas?

PROYECTOS ESCOLARES 184-193

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