"El árbol de las campeonas y campeones"
Hoy en la sesión trabajamos con el cuento "El sueño del conejo" siguiendo la dinámica planteada en la planeación. Al leer en voz alta, noté que algunos alumnos estaban muy atentos y mostraban curiosidad por la historia, mientras que otros tenían dificultades para concentrarse y se distraían fácilmente. Para captar su atención, hice pausas estratégicas y utilicé cambios en la entonación para dar énfasis a ciertos momentos clave del cuento.
Durante la reflexión oral, la mayoría de los estudiantes participaron con entusiasmo. Muchos expresaron que lo que más les gustó fue la perseverancia del conejo, mientras que otros mencionaron que les parecieron graciosas las situaciones en las que se encontraba. Al preguntarles por qué el conejo quería ser grande, surgieron respuestas variadas, algunos lo relacionaban con la búsqueda de aceptación, mientras que otros pensaban que simplemente quería ser más fuerte.
Cuando discutimos la escena en la que le estiran las orejas al conejo, algunos alumnos mencionaron que les pareció injusto, lo que dio pie a una conversación sobre la presión social y la importancia de aceptarse a uno mismo. Les pedí que imaginaran qué hubieran hecho en su lugar, y surgieron respuestas interesantes que reflejaban su creatividad y valores.
En la actividad individual, al dibujar la parte del cuento que más les gustó en su cuaderno azul de lenguajes, los alumnos mostraron entusiasmo. Algunos trabajaron con dedicación, mientras que otros necesitaron más motivación y orientación para plasmar sus ideas. Cuando cinco alumnos explicaron su elección de escena, noté que varios se identificaban con el personaje del conejo y sus desafíos, lo cual me pareció un buen indicador de que la historia logró conectar con ellos.
En el cierre, al cuestionar sobre cómo pueden ayudar a otros a aceptarse, los alumnos dieron respuestas reflexivas y significativas. Entre las ideas destacaron el apoyo entre amigos, la importancia de no burlarse de los demás y el valor de reconocer nuestras cualidades. Escribí sus opiniones en el pizarrón y luego les pedí que las anotaran en su cuaderno con el título "Empezando a amarnos".
Al evaluar la sesión, considero que la actividad fomentó la participación y la reflexión. Fue evidente que algunos alumnos necesitan más apoyo para expresar sus ideas de manera oral, mientras que otros se mostraron más seguros al compartir sus pensamientos. La lectura resultó una herramienta efectiva para trabajar la inclusión y la apropiación cultural a través de la escritura y el diálogo. Seguiré reforzando estrategias para mejorar la atención y la expresión oral en futuras sesiones.
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