"Un mundo de figuras geométricas"

 En el proceso de aprendizaje de las matemáticas, las figuras geométricas juegan un papel fundamental, ya que nos permiten comprender el mundo que nos rodea desde una perspectiva visual y lógica. En esta ocasión, los estudiantes comenzaron su exploración de las figuras geométricas básicas, como triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos, con el objetivo de identificar y nombrar estas formas tanto en el aula como en su vida cotidiana.

Las actividades realizada en esta sesión tuvieron como objetivo que los estudiantes no solo identificaran y nombraran las figuras geométricas básicas, sino que también desarrollaran una comprensión más profunda de sus propiedades, como los lados y los vértices.

La primera actividad comenzó con la presentación de imágenes de las figuras geométricas más simples y esenciales: triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos. A través de esta actividad visual, los estudiantes fueron invitados a compartir sus conocimientos previos sobre estas formas y a identificar ejemplos en su vida diaria. La idea era hacer que los estudiantes se dieran cuenta de cómo estas figuras no solo existen en los ejercicios de matemáticas, sino que están presentes en el mundo real a su alrededor. Por ejemplo, los niños pudieron señalar objetos en el aula como ventanas, mesas o dibujos que coincidían con las formas mostradas en las imágenes. Esta dinámica permitió conectar el aprendizaje teórico con experiencias cotidianas, lo que facilitó la comprensión de las figuras geométricas como elementos importantes en el entorno en el que vivimos.

Al ver que las figuras geométricas tienen una relación directa con el mundo que los rodea, se les presentó una tabla en la que iban a ir clasificando las formas geométricas observadas, anotando ejemplos de objetos que pudieran encontrar en el aula o en su entorno cercano. Este ejercicio no solo incentivó la participación activa de los estudiantes, sino que también promovió el trabajo en equipo, pues se les permitió colaborar en la identificación de diferentes figuras y compartir ejemplos con sus compañeros. Al final de esta actividad, los estudiantes copiarían la tabla en sus cuadernos como una forma de consolidar lo aprendido, con el título "Búsqueda de las figuras", como un recordatorio de la conexión entre las matemáticas y su vida diaria.

 Se profundizó en el concepto de las figuras geométricas, específicamente en los vértices y las aristas, que son dos propiedades clave para entender las figuras de una manera más estructurada. Se les presentó un enfoque más detallado al explicar que las aristas son los lados de las figuras, mientras que los vértices son los puntos donde se encuentran las aristas. A través de ejemplos visuales, los estudiantes pudieron observar cómo un triángulo tiene tres aristas y tres vértices, lo que les permitió comenzar a visualizar las diferencias entre las diversas figuras geométricas. El proceso de contar los lados y los vértices de figuras como el cuadrado, el triángulo y el pentágono no solo les permitió reconocer las figuras por sus características, sino también fomentar habilidades de clasificación y análisis.

Los estudiantes trabajaron en equipos para clasificar las figuras según su número de aristas y vértices, lo cual fortaleció el trabajo colaborativo y la comunicación. Mientras contaban los lados y los vértices de figuras como el hexágono y el óvalo, discutían entre ellos, reflexionaban y compartían sus observaciones, lo que permitió que el aprendizaje fuera más dinámico y participativo. La actividad proporcionó un espacio para el análisis y el razonamiento, ya que los alumnos comenzaron a comprender la importancia de estos elementos para definir y clasificar figuras geométricas.

Al final de la actividad, se les pidió que copiaran una tabla con la clasificación de las figuras según su cantidad de vértices y aristas, con el título "Clasificación de vértices y aristas". Este ejercicio les permitió visualizar de manera clara cómo la cantidad de lados y vértices es una característica esencial para distinguir entre diferentes figuras geométricas. Esta tarea no solo favoreció la consolidación del conocimiento, sino que también fortaleció la capacidad de los estudiantes para organizar y clasificar información de manera lógica.

En resumen, las actividades fueron diseñadas para no solo enseñar a los estudiantes las figuras geométricas y sus propiedades, sino también para fomentar el pensamiento crítico y las habilidades de razonamiento. Al integrar la observación, la clasificación, el análisis y el trabajo en equipo, se proporcionó una experiencia de aprendizaje completa que permitió a los estudiantes conectar las matemáticas con su entorno y ver cómo las figuras geométricas son mucho más que simples formas en los libros de texto, sino una parte fundamental de la estructura de nuestro mundo.

A lo largo de las actividades realizadas en las sesiones, las actitudes de los estudiantes fueron muy variadas, pero reflejaron un compromiso generalizado por aprender y participar activamente en las dinámicas propuestas. Desde el inicio, los alumnos mostraron una actitud curiosa al ser presentadas las figuras geométricas. Al observar las imágenes de los triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos, se notó un entusiasmo palpable al poder identificar estas formas en el aula y relacionarlas con objetos cotidianos. Este ejercicio les permitió ver la matemática no solo como una disciplina abstracta, sino como algo presente en su entorno inmediato, lo que despertó un mayor interés en el aprendizaje.

Algunos estudiantes mostraron una actitud muy participativa, levantando la mano rápidamente para compartir ejemplos de objetos con formas geométricas que encontraban en su alrededor. Otros, más tímidos, se sintieron un poco más reservados al principio, pero después de escuchar las contribuciones de sus compañeros, comenzaron a involucrarse poco a poco. Estos estudiantes demostraron que, al sentirse incluidos en un ambiente en el que podían aportar sus propias observaciones, aumentaba su confianza para participar en las actividades posteriores.

Durante la segunda parte de la clase, cuando se presentó la tarea de contar los lados y vértices de las figuras geométricas, la mayoría de los alumnos mostró una actitud de concentración y colaboración. En los equipos, se veía cómo los estudiantes se ayudaban entre sí para contar correctamente las aristas y vértices de cada figura. La dinámica de trabajo en grupo permitió que los alumnos más seguros compartieran sus conocimientos con los demás, mientras que aquellos que tenían más dudas o dificultades se sentían apoyados por sus compañeros. Este trabajo en equipo fue especialmente importante para fomentar un ambiente de colaboración y solidaridad, donde no solo se aprendía de la maestra, sino también entre los propios estudiantes.

Sin embargo, hubo estudiantes que presentaron ciertas dificultades para mantener el enfoque durante toda la actividad. En particular, algunos mostraron signos de impaciencia cuando se les pedía contar los vértices y aristas de figuras más complejas como el pentágono y el hexágono. Estos estudiantes a veces se distraían o se mostraban menos interesados en las actividades, probablemente debido a la complejidad de las figuras o la duración de la clase. A pesar de esto, la mayoría de los estudiantes volvieron a concentrarse cuando se les ofreció la oportunidad de compartir lo que habían aprendido y colaborar en la clasificación de las figuras.

En resumen, las actitudes de los estudiantes reflejaron un entorno de aprendizaje activo, aunque con momentos de desafíos y distracción. El trabajo en equipo, la interacción constante y el apoyo entre compañeros fueron claves para fomentar un ambiente positivo y productivo en el aula. A través de estas actividades, los estudiantes no solo aprendieron sobre las figuras geométricas, sino que también adquirieron habilidades valiosas para trabajar en grupo, compartir ideas y abordar problemas matemáticos de manera colaborativa.